Esta podría ser una situación dónde las madres siempre quieren lo mejor para sus hijos, pero quizás estamos pasando por alto lo que realmente quiere el niño, sin dejarle experimentar.
Pablo: La profe nos ha mandado que escribamos una receta
Mamá: Ah, pues podrías hacerla del bizcocho que hicimos la semana pasada
Pablo: No mamá, yo había pensado hacerla de una hamburguesa
Mamá: No Pablo, mejor hazla del bizcocho que es más completa
Pablo: (Muy enfadado). ¿Porqué siempre tenemos que hacer lo que tu quieras?
Mamá: Porque soy tu madre y sé lo que te conviene
Finalmente Pablo hace la receta del bizcocho y su profe le puso buena nota. Su madre se sintió muy orgullosa y pensó que había hecho lo mejor por su hijo, ya que ella pensaba que si hacía la receta de la hamburguesa Pablo la haría muy sencilla, es decir, echamos la carne en la sartén y la metemos en el pan.
Pero se podría haber llegado al mismo fin teniendo en cuenta los deseos de Pablo?